4) Escuela secundaria superior.
La secundaria superior de 3 años
no es obligatorio, aunque sin ella no es posible el ingreso a las universidades o a
colegios superiores de formación técnica y especializada. Como no es
obligatoria, la tramitación ya no se realiza en el Comité de Educación,
sino en la misma escuela en que el adolescente o los padres estén interesados. Es
usual que para ingresar a los colegios tanto públicos como privados de renombre
deban rendir dificilísimos exámenes de ingreso (nyugaku shiken).
De hecho, la mayoría de los estudiantes se preparan de 1 a 2 años para poder
ingresar al colegio deseado, concurriendo a academias privadas (juku) que
se especializan en los cursos de apoyo.
Según recientes estadísticas,
el 95 % del alumnado de la secundaria básica sigue la secundaria superior; sin
embargo, los índices de abandono en este período y de violencia escolar son
bastante alarmantes. Al año poco más de 100.000 alumnos abandonan sus
estudios por diferentes razones.
Además de los gastos de rutina, un
colegio privado puede llegar a costar unos 700.000 yenes el primer año (matrícula
y cursado) y unos 350.000 por cada año escolar.
- nyugaku shiken - juku koko - daigakuLos cursos de apoyo de las
academias privadas (juku):
A pesar de que en carreras humanísticas
y de lenguas extranjeras muchos graduados no tienen un buen nivel académico, la
realidad es que para lograr el ingreso a las universidades de renombre, los padres “invierten”
sumas impresionantes en la educación ordinaria y de apoyo a fin de que aprueben los
dificilísimos exámenes de ingreso, tanto de la secundaria superior (koko)
como de la universidad (daigaku). A este efecto, muchos padres suelen
enviar a sus hijos a estos establecimientos privados especializados en ofrecer cursos de
apoyo a los alumnos de todos los niveles y materias (principalmente matemáticas,
inglés, lenguaje, etc., que son las materias claves para los ingresos
universitarios). La verdad es que dentro de los mismos jukus existen
jerarquías y a veces deben concurrir a cursos paralelos de otros jukus
para poder ser admitidos en los jukus de prestigio.
Los jukus suelen cobrar
una matrícula de ingreso (unos 10.000 a 20.000 yenes), arancel por material didáctico
(igual monto que el anterior), cuota mensual (depende de la frecuencia y el nivel escolar,
unos 15.000 a 35.000 yenes) y complementos por los cursos especiales (otros 20.000 yenes).
En las vacaciones de verano, primavera e invierno, ofrecen cursos intensivos. Además,
periódicamente, suelen realizar exámenes simulados para que los alumnos se
acostumbren a la dinámica de los exámenes de ingreso.
Institutos de enseñanza del idioma japonés
Para la mayoría de los latinos que
tienen visados de permanencia como descendientes de japoneses es relativamente más
accesible la admisión en las escuelas privadas de enseñanza de idioma japonés
(nihongo kyoiku gakko). Usualmente, los extranjeros, principalmente de países
asiáticos, suelen ingresar a estos colegios para aprender el idioma y luego rendir
el ingreso a las universidades japonesas (tanto para las carreras de grado como para los
pos-grados). Los cursos son diversos y están clasificados según el nivel que
el alumno tenga. Suelen cobrar unos 500.000 yenes al año.
Una alternativa es que los latinos que
tienen terminados sus estudios secundarios y por el trabajo de sus padres deban residir en
Japón, ingresen a estos colegios durante un par de años y vean la
alternativa de seguir aunque sea una carrera corta de dos años en alguna
universidad japonesa.
En Japón existen unos 500 colegios
de idioma japonés aprobados por la respectiva asociación y reconocidos por
la Dirección de Migraciones. Como hay casos de escuelas que “venden” visados de
estudiantes a los extranjeros, hay que tener cierto cuidado en la elección.
5) Carreras cortas y técnicas. Universidades y posgrados
Del total de los graduados de la
secundaria superior (koko), el 25 % de las mujeres y el 3 % de los
hombres ingresan a Universidades de Carreras Cortas (tanki daigaku), que
generalmente duran 2 años. Estas carreras son de tipo práctico y técnico
y por lo tanto permiten una inserción laboral más concreta en el rubro que
uno desea trabajar, aunque eso no significa que tengan asegurado su futuro profesional. De
todos modos, hay cientos de universidades y colegios terciarios especializados (senmon
gakko) que ofrecen una gama muy amplia en la capacitación profesional.
Con unos ahorros es posible cursar los
dos años de estudio. Las cuotas a pagar, incluyendo la matrícula de ingreso,
pueden variar según la especialidad y carrera. De todos modos, para el primer año
es necesario unos 800.000 yenes y para el segundo año 500.000 yenes.
Para las Universidades de Carreras Cortas
es usual rendir exámenes de ingreso y en las Escuelas Especializadas, no. De todos
modos, el nivel de exigencia es similar y en disciplinas como la Contabilidad o Computación,
las escuelas especializadas ofrecen un conocimiento más práctico que
favorece la inserción laboral.
Por otro lado, en cuanto a las
universidades, prácticamente el 40 % de los jóvenes graduados de la
secundaria superior ingresan a ellas y más del 20 % del alumnado femenino también.
De cualquier manera, como se ha mencionado en el boletín de junio, para ingresar a
las Universidades (daigaku) de renombre, cuyas carreras son reconocidas
en todo el ámbito académico, empresarial y burocrático, se requiere
superar los dificilísimos exámenes de ingreso y pagar altas sumas en matrícula
y cuotas.
Aunque sea una universidad pública
(nacional, prefectural o municipal), los costos por los 4 años de carrera podrían
llegar los 2 millones de yenes. Si fuera privada, la suma puede superar el doble o más.
Y para un pos-grado de dos años, o sea, una maestría (shushi katei)
en una universidad pública, se requiere unos 1,5 millones más, y si la
formación se extendiese a un doctorado, o sea 3 años más, implicaría
cerca de 400.000 yenes más por año.
Se dice que, aún con la recesión
actual, cerca del 61 % de los graduados universitarios logran ubicarse en algún
trabajo (para los de las carreras cortas, es del 59 %), cifra que desde la realidad de los
países latinoamericanos aún es algo envidiable. Sin embargo, como la formación
universitaria de las carreras relacionadas a humanidades y ciencias sociales no está
muy acorde a las necesidades del mercado laboral, se aprecian serias dificultades en la
reubicación laboral de los mayores de 40 años que no tienen una especialidad
muy marcada en su profesión.
☆ Nota 1:
En todos los costos, no se incluye los costos de material didáctico,
alquiler del apartamento y manutención básica. Según un estudio de la
Gobernación de Tokyo, señala que los costos escolares desde el Jardín
de Infantes hasta la universidad (1 año de jardín, 6 de la primaria, 3 de la
secundaria básica, 3 de la secundaria superior y 4 de la universidad) en escuelas públicas
oscilaría los 6 millones de yenes, sin incluir los costos de las escuelas de apoyo
(juku) y demás erogaciones extras. Si se trata de escuelas privadas, la suma
superaría los 12 millones de yenes.
☆ Nota 2:
En Japón, para los estudiantes que por determinadas razones no
pudieron ingresar o terminar sus estudios secundarios superiores (koko),
existe un sistema de exámen de aptitud para el ingreso a la universidad (daigaku
nyugaku kentei shiken) que permite a los aprobados obtener el derecho a rendir el
examen de ingreso a una Universidad. Se realiza todos los años en agosto,
auspiciado por el Ministerio de Educación. Para mayor información, deben
dirigirse al Comité de Educación (kyoiku i-inkai).
Para los que no terminaron la secundaria, existen colegios
nocturnos (yakan gakko) que ofrecen la curricula completa para que posteriormente
puedan intentar el ingreso a las escuelas especializadas y universidades.
6) Becas, subsidios y préstamos para los estudios.
Exensiones parciales y totales.
Dados los altos costos escolares, en cada
etapa de los estudios, para las familias con escasos recursos existen sistemas de becas y
exenciones. En la etapa del colegio primario y secundario básico, el Comité
de Educación (kyoiku i-inkai) de los municipos ofrece ayudas
y subsidios (shugaku enjohi) para cubrir el pago de las cuotas, compra de
útiles escolares, etc. La solicitud se realiza en la oficina de admnistración
de la escuela.
Para los niveles de la secundaria
superior, carreras cortas, carreras técnicas y especializadas, universidades y
pos-grados, el ámbito de la solicitud de becas son las mismas prefecturas o
municipios o la Fundación para la Promoción de la Educación (ikuei
kyokai). Sin embargo, estas becas que tienen el carácter de préstamos
escolares (shogakukin kashitsuke) se conceden solamente para
aquellos estudiantes que tienen promedios elevados en el cursado de los estudios y que,
por determinadas razones justificadas (ingresos bajos o situación de desempleo de
los padres, reestructuración en los negocios, etc.), no gozan de suficientes
recursos para costearlos. Para los alumnos más destacados, los préstamos
suelen ser sin intereses y para el común del alumnado, la tasa llega a una máxima
del 3 % anual. Generalmente, el plazo máximo para el pago son unos 10 años.
A este efecto, es usual que los padres
japoneses ahorren toda su vida para que sus hijos puedan terminar sus estudios
universitarios. De hecho, tanto los bancos, correos, fundaciones gubernamentales y fondos
de jubilación proveen a sus clientes y asociados sistemas de ahorro a plazo y préstamos
para cuando requieran cierta cantidad de dinero para pagar la matrícula de ingreso
a las universidades.
Por ejemplo, los préstamos que
ofrece la Agencia de Bienestar y Retiro (Nenkin Fukushi Jigyodan) exigen
que los solicitantes estén asegurados por más de 10 años al seguro
nacional de jubilación (kokumin nenkin) o a la jubilación
tramitada por la empresa (kosei nenkin) y, por ejemplo, que sus ingresos
no superen los 12 millones de yenes al año. El monto máximo de los préstamos
puede variar de 500.000 a 1.000.000 de yenes. La tasa de interés anual es del 2,5 %
y el plazo de pago es de 5 a 8 años. En estos créditos se exige la presencia
de un garante solidario (aval con solvencia).
7) Formación académica superior en el exterior. Validez de los títulos.
Hoy, por la internacionalización
de la actividad económica, muchos ejecutivos de empresas y funcionarios del
gobierno japonés se ven obligados a trabajar temporalmente en el exterior. Algunos
concurren a los colegios locales y otros a las escuelas japonesas reconocidas por el
Ministerio de Educación de Japón. Con esos títulos y los trámites
de reválida, pueden ingresar a las universidades japonesas, aunque en muchos casos
se les exige solamente un examen preferencial.
Después están los graduados
universitarios japoneses que realizan pos-grados (maestrías y doctorados), en el
exterior. En muchas disciplinas, los niveles de investigación pueden llegar a ser
mucho más interesantes en el exterior e incluso la obtención de los
doctorados, principalmente en las áreas de humanidades y ciencias sociales, es más
accesible que en Japón.
Por otra parte, están los
estudiantes extranjeros, que haciendo la reválida de sus títulos, intentan
ingresar no solamente a los cursos de grado de las universidades japonesas, sino también
a los pos-grados. Muchos solicitan becas auspiciados por el gobierno japonés para
gozar de un sustento económico básico y la exención total de los
aranceles de matrícula y cursado (Programa de BECAS MOMBUSHO que son del Ministerio
de Educación de Japón).
En el caso de los hijos de extranjeros
que han ingresado en el transcurso de la primaria o secundaria y han terminado sus
respectivos ciclos, desde luego tienen la posibilidad de ingresar a las escuelas
terciarias o universitarias de Japón pero no pueden solicitar becas del gobierno
japonés, dirigidas a los estudiantes del exterior. De todos modos, antes de
continuar los costosos estudios superiores se recomienda evaluar las alternativas de
inserción laboral y las posibilidades de desarrollo profesional.
HECHOS PREOCUPANTES:
Dentro de la colonia latina, se percibe un índice
bastante elevado de deserción escolar, en las escuelas japonesas. En Shizuoka,
Aichi, Gumma, etc, donde hay una importante concentración de brasileños y
peruanos, la alta tasa de abandono de los estudios está provocando que entre los jóvenes
de 14 a 19 años, a veces obligados por los padres, ingresen a trabajar a fábricas,
comercios y establecimientos, cuyas tareas, están prohibidas o limitadas a los
menores. También, se percibe un alarmante incremento en el índice de
delincuencia juvenil (robo, peleas entre pandillas, accidentes con motos y vehículos
sin licencia, ejercicio de la prostitución en forma encubierta, consumo de
estupefacientes y psicofármacos, etc.), que está fomentando un clima muy
desagradable en la convivencia comunitaria local. En el caso de los brasileños, en
1999, se registraron 5.242 hechos delictivos, de los cuales 1.492 casos fueron ocasionados
por menores.
Además de la necesidad de orientar mejor a estos jóvenes
e implementar medidas de prevención, muchas entidades de ayuda sienten la imperiosa
necesidad de concientizar también a los padres para corregir estas conductas y
fomentar un ambiente más propicio de comunicación familiar.
|
|