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(Boletín MUSASHI N° 28, Mayo de 2002 ) |
Cuando se produce la acusación formal del fiscal (kiso) es donde se inicia la defensa del acusado. Ya se trate de un abogado de oficio (kokusen bengonin) o privado (shisen bengonin), a partir de este momento puede preparar la defensa porque empieza a tener acceso a todo el expediente elaborado por la policía y la fiscalía. El abogado, después de leer todo los escritos y ver las pruebas que va a presentar la fiscalía, busca las posibles contradicciones o elementos atenuantes que puedan favorecer al acusado. Aunque la acusación tenga todo sus fundamentos y el acusado admita su responsabilidad, la tarea del abogado es tratar de buscar todos los elementos viables para ofrecer una imágen de arrepentimiento y la voluntad del acusado de pagar su pena dentro de la sociedad, principalmente cuando son delitos y hechos que presentan posibilidades de suspensión de condena (una medida extraordinaria por la que en vez de cumplir la condena en la prisión queda provisionalmente bajo libertad sin ningún impedimento en las actividades cotidianas). Cuando se nombra al abogado de oficio se nombra también, en el caso de los acusados extranjeros que no hablan ni entienden el japonés, al intérprete judicial (hotei tsuyaku). Este intérprete no puede ser el mismo que asistía en forma particular al abogado en la etapa pre-acusación, ni el que haya tomado parte en los interrrogatorios de la policia y la fiscalía (solamente cuando por ciertas circunstancias hay suma escasez de intérpretes se admite). Es por eso que en esta etapa preparatorio de la defensa, el abogado de oficio y el intérprete son los que realizan las visitas al centro de detención (kochisho) o a la comisaría (keisatsu-sho) donde está detenido el acusado. Los familiares y amistades también pueden visitarlo sin muchas restricciones. Con la primera audiencia en el tribunal se inicia el juicio penal del acusado. Lo primero que se hace es la jura del intérprete judicial, en donde se compromete a traducir fielmente bajo su consciencia e idoneidad profesional. Luego, el o los jueces (si es un caso simple es solamente un juez, y cuando se trata de casos un poco más complicado son tres) realizan una serie de preguntas para confirmar los datos básicos del acusado (nombre, nacionalidad, última dirección, profesión, etc.). Posteriormente, el fiscal da lectura a la acta de acusación (con traducción diferida). Al finalizar la lectura el juez notifica al acusado que tiene derecho a no declarar o permanecer callado (mokuhiken) durante todo o parte del juicio, sin embargo, que lo que declare puede llegar a ser tomado como prueba del caso más allá de que lo pueda favorecer o no. Recomienda que antes de responder a las preguntas piense y reflexione. En base a esta notificación pregunta al acusado si acepta, total o parcialmente, la acusación. Si la responsabilidad penal es evidente, el abogado en su visita previa al juicio es muy posible que recomiende la aceptación de la culpabilidad para evitar demoras o extensiones en el juicio. Sin embargo, cuando existen elementos contradictorios o negación total de la acusación la lucha puede llegar a ser ardua, por el tiempo que se requiere para revertir una acusasión o contrarrestar los argumentos del fiscal. Luego, el fiscal da lectura a los datos personales del acusado, su entorno social, antecedentes laborales y resume la forma en que se desarrollaron los hechos por el cual está acusado. También lee un resúmen de todas las pruebas que ha presentado en el expediente judicial. Si existen objeciones a las pruebas, el abogado detalla los puntos de desacuerdo para que no sean presentadas al juez, o sea, que lo que queda imputado no puede ser elevado al tribunal. Se recuerda que el juez o los jueces no tienen conocimiento alguno previo de ninguna de las pruebas de la fiscalía, sino solamente el contenido del acta de acusación. De allí, la defensa se ve obligado a presentar pruebas más fundadas o testigos que puedan revertir la acusación o parte de la acusación. Si se trata de pequeños detalles, es muy posible que con la declaración del acusado en la parte final del juicio se pueda en parte reparar, enmendar o agregar. Después de las pruebas del fiscal viene la etapa de la defensa, en donde el abogado puede solicitar la presencia de testigos (para revertir algo o mejorar la imágen del acusado), presentar nuevas pruebas, solicitar peritajes, etc. Si no existen objeciones se suele realizar un breve interrogatorio oral al acusado (hikokunin shitsumon), tanto por parte del abogado como del fiscal. El juez también puede realizar algunas preguntas complementarias para esclarecer puntos dudosos. Luego, el fiscal da lectura a la petición de pena (ronkoku) donde por las razones que argumenta y las leyes que aplica exige que se condene al acusado a una determinada cantidad de meses o años de prisión. Después, el abogado hace su alegato (benron) para que, aunque reconociendo la culpabilidad, se permita al acusado cumplir su pena en la misma sociedad cuando se trata de delitos menores, o contemple ciertas circunstancias y elementos atenuantes para reducir la pena solicitada por el fiscal. Y la sentencia (hanketsu) es la conclusión del juez o los jueces en base a todas las pruebas y declaraciones presentadas por ambas partes. Es la determinación o posición que adopta ante un hecho delictivo. Cuando se dicta una sentencia, primero se lee el cuerpo principal de la sentencia y luego los argumentos y razones que justifican esa decisión. Para finalizar, el juez recuerda al acusado que si desea apelar lo puede hacer en un término de dos semanas ante el tribunal superior competente. Si se trata de un caso muy simple como una acusación por permanencia ilegal o robo menor es usual que todo el juicio, desde la jura del intérprete hasta la sentencia, se realice en menos de una hora (generalmente unos 45 a 50 minutos). Sin embargo, últimamente se observa que la sentencia es dictada en otra fecha a decidir. Cuando existen enfrentamientos, negaciones parciales de la acusación, presentación de nuevos testigos, etc., el juicio puede prolongarse por meses o años, pues con suerte es una sesión al mes. Cuando el extranjero no tiene visado o si pierde vigencia durante el juicio o cumplimiento de la condena, al finalizar el juicio o su condena queda deportado de Japón al país de origen. Y aunque sea declarado culpable, si se dicta la "suspensión de la ejecución de la condena" (shikko yuyo), queda inmediatamente en libertad. Lo único que tiene que hacer es ir al centro de detención o a la comisaría para retirar sus pertenencias, aunque si está sin visado queda derivado al Dpto. de Inmigración de Japón para ser deportado (de hecho queda detenido en las instalaciones de Inmigración para realizar todos las trámites pertinentes para la deportación). Si posee dinero para pagarse el pasaje de regreso, en un par de semanas puede llegar a estar con los suyos en su país. |
合資会社 イデア・ネットワーク 代表 松本 J.
アルベルト |
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