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Ayer hubo dos actos oficiales de conmemoración del cuarto centenario del encuentro, las relaciones, los lazos y amor
eterno entre Onjuku por un lado, y México y España por otro.
Como la cosa estuvo presidida por el Príncipe Heredero, la participación estuvo estrictamente restringida.
No es ninguna exageración decir que había más policías que ciudadanos participando, porque
Onjuku, donde ni siquiera hay un triste chiringuito permanente (Kouban) de la policía, ayer tuvo que dar cabida
a más de mil trescientos policías de la prefectura de Chiba.
Y cualquier pequeña decisión o variación en el programa, tenía que pasar por innumerables tamices, todos excluyentes,
desde la Casa Imperial, la Policía, Ministerio de
Asuntos Exteriores, la Prefectura, etc. con lo cual todas las iniciativas del Municipio
o ciudadanos de Onjuku se fueron viendo irremediablemente rechazadas, ignoradas o preteridas.
Y sin embargo, cuando hoy 27 he visitado otra vez, con cinco alumnas de Ichigaya, el Monumento-Obelisco conmemorativo
de la cosa de Don Rodrigo, no me podía creer que entre todos esos policías, autoridades, responsables y
guardianes de las esencias hubieran podido permitir que la bandera japonesa que ondea junto al Monumento (y
junto a las banderas española y mexicana), en presencia del mismisimo Principe Heredero de la Corona
Imperial Japonesa, esa bandera de Hinomaru, digo, este en pleno proceso de deshilachamiento, y cada vez que
el viento la golpea pierde un hilo vertical más de su tejido, con lo que los hilos horizontales andan sueltos
pidiendo auxilio, y sin embargo, parece que nadie lo advirtió, o quizás todos pensaron que eso es
responsabilidad de otra autoridad distinta a las presentes ayer, o a lo mejor es que se les había agotado el presupuesto.
En fin, misterios insondables de la burocracia.
(Ver foto)
Anoche y hoy he podido acompañar a nuestras alumnas por Onjuku, población que vive de dos leyendas, una fruto de
una combinación de imaginación y paisaje, como es la canción de Tsuki no Sabaku, y otra basada
en la historia real de lo ocurrido aquí hace cuatrocientos años con el naufragio del Galeón español
San Francisco y el paso por aquí de Don Rodrigo y sus muchachos.
Lo hemos pasado muy bien, hemos caminado mucho y comido bien, hemos disfrutado de buen tiempo y hemos podido saborear muchos
aspectos de esas dos leyendas, y cómo las vive la gente.
Tras mis diversas intervenciones a raiz de las conmemoraciones cuatricentenarias, parece que la gente del pueblo
me conocen o me reconocen, aun cuando yo no les conozca personalmente a ellos, y me dicen cosas como "Machi-juu,
minna Sanchesu-san ni taihen osewa ni natte imasu"". Lo cual no está mal, sobre todo cuando, además, la
occasión les sirve a esos paisanos para facilitar las cosas o hacer un favor especial, como nos ha ocurrido hoy en un par de ocasiones.
La conclusión es, pues, que para ser un buen guía-turista, además de estudiar historia, geografía, lengua, etc., etc.,
lo más importante es estar bien colocado y conectado, y sobre todo y más que todo, tener un buen dominio de la Gramática Parda.
Manuel Sánchez |
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無題(無言) |
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中央はメキシコ大使、元メキシコ大統領のご子息。右から2番目が本多忠勝役
を演じたタレントの渡辺正行(彼は地元の大多喜高校出身)氏 |
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渡辺正行氏のお決まりのコーラ一気飲み |
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No sé si a alguien le pueden interesar estas imágenes. Son unos muñecos creados por una vecina mía, que intentan representar el salvamento de los naufragos del Galeón San Francisco por los pobladores (y sobre todo las buceadoras) de Onjuku hace 400 años.
La verdad es que los muñecos tienen mucha gracia y son una obra de arte simpática, expuesta en la entrada del Centro Civico de Onjuku. <<...>> <<...>> <<...>>
Un saludo,
Manuel Sánchez |
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